¿Miedo al Psiquiatra?
Por el Lic. Juan Miguel Hernández
Muñoz
Aquí mis breves respuestas sobre
un cuestionamiento que me realizan frecuentemente en relación al tipo de
“enfermedades” o “trastornos” que son tratados por psicólogos y cuáles por psiquiatras:
Es frecuente escuchar que la
gente tiene cierto prejuicio acerca de la valoración o diagnóstico que desde
nuestra profesión hacemos de los malestares, trastornos o enfermedades mentales
(no son lo mismo) teniendo como punto de referencia la “gravedad” que éstos
pudiesen tener. Familiares, amigos y conocidos me preguntan: ¿es que esa
enfermedad (esquizofrenia es la más sonada) ya la atienden solo los psiquiatras
verdad? (con tono de espanto). Es decir que hay una noción bastante difundida
en donde, los psicólogos solo atienden problemas comunes, típicos, fáciles,
sencillos, encomendando tareas complejas a los psiquiatras, siendo ésto un saber
bastante difundido entre muchos.
Es un asunto de distinta formación
académica lo que configura una escucha y una mirada particular sobre “eso” que
se busca describir y teorizar, incluso al grado de proponer una “etiqueta” para
quienes, o bien buscan ayuda, o simplemente son encapsulados dentro de algún manual
estadístico psicopatológico. (persona,
sujeto, individuo, paciente, analizante, enfermo, trastornado, loco).
Ahora bien, no es cuestión de
gravedad o de intensidad de lo que trata el psicólogo y el psiquiatra, no
queriendo demeritar por supuesto que dentro de cada una de éstas disciplinas
existan autores que desarrollen ese concepto en cuestión de la lejanía que el
sujeto tenga en relación a lo que es considerado como bueno, normal o sano, y
sin embargo, si llegase a suceder que, en determinado momento de iniciado el
tratamiento, súrjase la cuestión de la canalización hacia algún otro
profesional, no hay evidencia alguna de que pudiera considerarse el cambio de
atención, debido al avance, deterioro o
degeneración que presente debido a la patología.
El miedo viene de lo complejo,
que si lo atiende un psiquiatra, ya es difícil de resolver, por lo tanto en el
imaginario rondan tanto el tiempo, dinero y esfuerzo invertido, asi como del
diagnóstico y pronostico del cual esperamos tenga una solución que valga la
pena todo ese camino por recorrer que en algunos casos, suele ser bastante agobiante,
incluso mas que la enfermedad misma.
No se trata de complejidad, ya
que dentro en cada disciplina, está eso, lo difícil, lo complejo, lo abstracto,
lo que requiere más atención de la debida quizá, en donde con sus mismas
herramientas metodológicas buscan la solución al problema que acontece.
De manera bastante general, la
formación del psiquiatra teniendo su tronco común en la medicina, recorta y
reduce su objeto de estudio, dando prioridad, a los desbalances de las
sustancias neuroquímicas cerebrales que regulan el comportamiento, por lo cual,
la noción de salud y enfermedad dependerá
de éste importante factor, en otras palabras, es una forma más de abordar un
problema, donde el psicólogo, con su formación y preparación única, también da
su punto de vista, dejando completamente de lado el mito de “solo debido a su
gravedad, ciertos padecimientos solo pueden ser vistos por el psiquiatra”.
juan.hernandezmnz@uanl.edu.mx