Este espacio tiene como objetivo la divulgación de temas relacionados con la manera de percibir al sujeto desde la mirada que el psicoanálisis, la antropología, la sociologia y la filosofía nos pueden otorgar. En él encontrarán conferencias, seminarios, textos y noticias que han sido recopiladas en su mayoria gracias a la colaboración de nuestros maestros de la Facultad de Psicología de la U.A.N.L..
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Sexualidad y Psicoanálisis
Sexualidad y
Psicoanálisis
Por: Juan Miguel
Hernández Muñoz
La Psychanalyse, c´est la science du
particulier”
Jacques Lacan
Partiremos de ciertos elementos para hacer una breve distinción entre lo
que se conoce como la sexualidad en el sentido más ampliamente difundido y el
que en psicoanálisis encontramos.
El ser humano, además de ser un organismo complejo producto de la
evolución, es un ser de la cultura. Desde que nacemos, nos vamos impregnando poco a poco de las
características que la conforman a través de diversos agentes, como la familia
o la escuela por mencionar un par de ejemplos, que actuarán como organizadores
de ciertos procesos biológicos que se irán transformando paulatinamente en
procesos culturales. Con esto queremos dejar en claro, que aunque existan
abordajes científicos cuyas ópticas solo tomen en consideración a un sujeto
despojado de sus características singulares, también existirán otros que en
oposición a éste reduccionismo orgánico,
tendrán como objeto de estudio todo aquello que nos constituye como
sujetos.
Sigmund Freud, en su obra “tres ensayos para una teoría sexual” comenzará
hablando de las necesidades sexuales del hombre y el animal explicadas mediante
la biología por un instinto sexual, del mismo modo que explica el hambre por un
instinto de nutrición. Careciendo de algún concepto que corresponda al de
“hambre” en lo sexual, la ciencia utiliza la palabra libido. A raíz de esto
quizá pueda surgir la pregunta, ¿entonces significará el concepto sexual lo
mismo tanto para el humano cómo para los animales? Como lo mencionábamos arriba,
si nos posicionamos desde un ángulo meramente biológico, tendríamos solamente
una visión reduccionista del sujeto y como consecuencia contestaríamos
afirmativamente la cuestión. Lo sexual se definiría únicamente por el conjunto de las condiciones anatómicas y
fisiológicas encerrando a partir de ahí todas las descripciones y explicaciones
de fenómenos por medio de un mismo lenguaje, el del método científico.
Lo que el psicoanálisis
propondrá en primera instancia será un cuestionamiento de los postulados
científicos de su época (principios del siglo xx) además de crear conflictos
debido a la polémica de sus declaraciones, como lo es el hecho de descubrir las
manifestaciones sexuales en los primeros años de la infancia.
El objeto de estudio del psicoanálisis,
dirá Jacques Lacan, será el sujeto forcluído por la ciencia. Todo aquello que
escapa al microscopio, al registro anecdótico, a la medición de variables, y
que a pesar de todo ello, es verificable. En éste sentido, ¿que es lo sexual para el psicoanálisis?
Explicar a detalle la
conformación de la sexualidad en la infancia rebasa los alcances del presente
ensayo, por lo que rescataremos ciertos componentes que nos ilustrarán el concepto.
Es en ésta dirección que la noción de apuntalamiento nos será de mucha
ayuda.
Laplanche y Pontalis (1967)
definen al apuntalamiento de la siguiente manera: "Término introducido por
Freud para designar la relación primitiva de las pulsiones sexuales con las
pulsiones de autoconservación: las pulsiones sexuales, que sólo secundariamente
se vuelven independientes, se apoyan sobre las funciones vitales que les
proporcionan una fuente orgánica”.
Para una clara
ejemplificación de lo arriba descrito, es necesario primeramente señalar dos
aspectos que convergen en todo ser humano y que a la postre marcarán la línea
divisoria entre lo biológico y lo cultural. Me refiero a los instintos de
conservación y los instintos sexuales.
Los instintos de
conservación son inherentes en todo ser vivo y van encaminados a la
supervivencia de la especie por medios específicos adquiridos a través de la
evolución resultante de una selección natural. El humano resulta un organismo
más desvalido y vulnerable en sus primeros años en comparación con las demás
crías de animales, por lo cual requerirá aún más de quién esté cumpliendo con
la función materna para sobrevivir. La leche obtenida a través de la succión
del pecho materno será su principal fuente de nutrientes. El infante
experimenta el placer de acallar la necesidad fisiológica más sin embargo su
hedonismo no se contentará con los límites que la naturaleza le impone. Una vez
que ya haya saciado su apetito encontrará placer en el hecho de chupetear con sus
labios el pezón de la madre. Vemos como primeramente se buscaba un alivio que
después fungió como “apoyo” para la búsqueda de un placer, el cuál en
psicoanálisis llamamos “placer sexual” que permanece asociado enteramente
durante la vida del sujeto, pero jamás llega a confundirse con él.
Describimos a la boca del
niño, como parte del aparato digestivo por donde obtiene el placer debido a una
necesidad fisiológica. El área de la mucosa bucal específicamente pasará a ser la
sede de una gran excitabilidad, transformándose en lo que Freud llamó “zona erógena”,
una región corporal que tiene la capacidad de producir placer sexual. El
chupeteo será la primera manifestación de ésta zona erógena durante los
primeros años y se prolongará hasta la vida adulta de diferentes formas, pero
siempre teniendo como fuente la zona oral. Si quisiéramos avanzar rápidamente en
el tiempo, después del chupeteo, le seguirán la succión digital, el fumar cigarro
y el beso.
Como apreciamos, lo sexual
en psicoanálisis durante la infancia reviste un sentido que va más allá de la
conservación del organismo y que en la adultez rompe la frontera de la unión de
los órganos sexuales para fines reproductivos. Parte de su satisfacción se da en
el placer preliminar, en las caricias, en las miradas que servirán como peldaño
para intentar encontrar su meta ideal: la fusión con el ser amado.
El autor es
estudiante de último
semestre de la Facultad
de Psicología en la
Universidad Autónoma
de Nuevo León
Referencias Bibliográficas
Laplanche, J., Pontalis, J. (2004) Diccionario de Psicoanálisis, Paidós
Nasio, J.D (1996) El Placer de Leer a Freud, Gedisa Editorial
Nasio, J.D (1996) El Placer de Leer a Freud, Gedisa Editorial
Freud,
S. (2008) Tres Ensayos para una Teoría Sexual, Alianza Editorial
Dolto,
F. (2010) Psicoanálisis y Pediatría,
Siglo XXI Editores
Lacan,
J. (1965) La ciencia y la verdad, Siglo XXI Editores
Ana
J. Baños, Psicoanalista, Textura del Neoteno 1
Héctor
Escobar Sotomayor, Psicoanalista, Conferencia “Teoría de la transferencia,
Freud-Lacan”
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