Freud darwin y copernico

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sábado, 10 de enero de 2015

Sexualidad y Psicoanálisis



Sexualidad y Psicoanálisis
Por: Juan Miguel Hernández Muñoz

La Psychanalyse, c´est la science du particulier”
Jacques Lacan

Partiremos de ciertos elementos para hacer una breve distinción entre lo que se conoce como la sexualidad en el sentido más ampliamente difundido y el que en psicoanálisis encontramos.

El ser humano, además de ser un organismo complejo producto de la evolución, es un ser de la cultura. Desde que nacemos, nos  vamos impregnando poco a poco de las características que la conforman a través de diversos agentes, como la familia o la escuela por mencionar un par de ejemplos, que actuarán como organizadores de ciertos procesos biológicos que se irán transformando paulatinamente en procesos culturales. Con esto queremos dejar en claro, que aunque existan abordajes científicos cuyas ópticas solo tomen en consideración a un sujeto despojado de sus características singulares, también existirán otros que en oposición a éste reduccionismo orgánico,  tendrán como objeto de estudio todo aquello que nos constituye como sujetos.  

Sigmund Freud, en su obra “tres ensayos para una teoría sexual” comenzará hablando de las necesidades sexuales del hombre y el animal explicadas mediante la biología por un instinto sexual, del mismo modo que explica el hambre por un instinto de nutrición. Careciendo de algún concepto que corresponda al de “hambre” en lo sexual, la ciencia utiliza la palabra libido. A raíz de esto quizá pueda surgir la pregunta,  ¿entonces significará el concepto sexual lo mismo tanto para el humano cómo para los animales? Como lo mencionábamos arriba, si nos posicionamos desde un ángulo meramente biológico, tendríamos solamente una visión reduccionista del sujeto y como consecuencia contestaríamos afirmativamente la cuestión. Lo sexual se definiría únicamente por el conjunto de las condiciones anatómicas y fisiológicas encerrando a partir de ahí todas las descripciones y explicaciones de fenómenos por medio de un mismo lenguaje, el del método científico. 

Lo que el psicoanálisis propondrá en primera instancia será un cuestionamiento de los postulados científicos de su época (principios del siglo xx) además de crear conflictos debido a la polémica de sus declaraciones, como lo es el hecho de descubrir las manifestaciones sexuales en los primeros años de la infancia.

El objeto de estudio del psicoanálisis, dirá Jacques Lacan, será el sujeto forcluído por la ciencia. Todo aquello que escapa al microscopio, al registro anecdótico, a la medición de variables, y que a pesar de todo ello, es verificable.  En éste sentido, ¿que es lo sexual para el psicoanálisis?

Explicar a detalle la conformación de la sexualidad en la infancia rebasa los alcances del presente ensayo, por lo que rescataremos ciertos componentes que nos ilustrarán el concepto.

Es en ésta dirección que  la noción de apuntalamiento nos será de mucha ayuda. 

Laplanche y Pontalis (1967) definen al apuntalamiento de la siguiente manera: "Término introducido por Freud para designar la relación primitiva de las pulsiones sexuales con las pulsiones de autoconservación: las pulsiones sexuales, que sólo secundariamente se vuelven independientes, se apoyan sobre las funciones vitales que les proporcionan una fuente orgánica”. 

Para una clara ejemplificación de lo arriba descrito, es necesario primeramente señalar dos aspectos que convergen en todo ser humano y que a la postre marcarán la línea divisoria entre lo biológico y lo cultural. Me refiero a los instintos de conservación y los instintos sexuales.

Los instintos de conservación son inherentes en todo ser vivo y van encaminados a la supervivencia de la especie por medios específicos adquiridos a través de la evolución resultante de una selección natural. El humano resulta un organismo más desvalido y vulnerable en sus primeros años en comparación con las demás crías de animales, por lo cual requerirá aún más de quién esté cumpliendo con la función materna para sobrevivir. La leche obtenida a través de la succión del pecho materno será su principal fuente de nutrientes. El infante experimenta el placer de acallar la necesidad fisiológica más sin embargo su hedonismo no se contentará con los límites que la naturaleza le impone. Una vez que ya haya saciado su apetito encontrará placer en el hecho de chupetear con sus labios el pezón de la madre. Vemos como primeramente se buscaba un alivio que después fungió como “apoyo” para la búsqueda de un placer, el cuál en psicoanálisis llamamos “placer sexual” que permanece asociado enteramente durante la vida del sujeto, pero jamás llega a confundirse con él.

Describimos a la boca del niño, como parte del aparato digestivo por donde obtiene el placer debido a una necesidad fisiológica. El área de la mucosa bucal específicamente pasará a ser la sede de una gran excitabilidad, transformándose en lo que Freud llamó “zona erógena”, una región corporal que tiene la capacidad de producir placer sexual. El chupeteo será la primera manifestación de ésta zona erógena durante los primeros años y se prolongará hasta la vida adulta de diferentes formas, pero siempre teniendo como fuente la zona oral. Si quisiéramos avanzar rápidamente en el tiempo, después del chupeteo, le seguirán la succión digital, el fumar cigarro y el beso. 

Como apreciamos, lo sexual en psicoanálisis durante la infancia reviste un sentido que va más allá de la conservación del organismo y que en la adultez rompe la frontera de la unión de los órganos sexuales para fines reproductivos. Parte de su satisfacción se da en el placer preliminar, en las caricias, en las miradas que servirán como peldaño para intentar encontrar su meta ideal: la fusión con el ser amado.


El autor es estudiante de último
semestre de la Facultad de Psicología en la
Universidad Autónoma de Nuevo León


Referencias Bibliográficas
Laplanche, J., Pontalis, J. (2004) Diccionario de Psicoanálisis, Paidós
Nasio,  J.D (1996) El Placer de Leer a Freud, Gedisa Editorial
Freud, S. (2008) Tres Ensayos para una Teoría Sexual, Alianza Editorial
Dolto, F.  (2010) Psicoanálisis y Pediatría, Siglo XXI Editores
Lacan, J. (1965) La ciencia y la verdad, Siglo XXI Editores
Ana J. Baños, Psicoanalista, Textura del Neoteno 1
Héctor Escobar Sotomayor, Psicoanalista, Conferencia “Teoría de la transferencia, Freud-Lacan”